Hoy me pregunté algo que me martillea desde hace años:
¿Me respetan o me tienen miedo?
Porque ojo: hay una diferencia brutal. Y mucha gente confunde una cosa con la otra.
El miedo da resultados rápidos. Mano dura, gritos, castigos… y la gente obedece.
Pero eso no es respeto. Es sumisión.
Y eso, en educación, es un fracaso.
Yo prefiero invertir unos meses enseñando a respetarnos, que obtener resultados inmediatos a base de miedo.
Porque si no hay respeto mutuo, no hay aprendizaje real.
Solo hay ruido.
Y los que educan desde el miedo, luego se preguntan por qué sus jugadores o alumnos no aguantan, no crecen o no vuelven.
Pues por eso.